El Negocio de la Muerte

El aborto es un negocio multimillonario...

Ni el holocausto en los tiempos de Hitler, ni la segunda guerra mundial, ni ningún desastre natural de la actualidad, causa tanta muerte como lo hace el aborto alrededor del mundo, se calcula que por año mueren unos 50 millones de bebés antes de nacer.

Es por ello que les dejo este pequeño artículo de nuestra web amiga http://www.derechoavivir.orgque nos invita a abrir los ojos y levantar nuestra voz en contra de este flagelo y negocio multimillonario.

En enero de 2008, la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA) calculó el “negocio” del aborto mueve 40 millones de euros al año en España, es decir, más de 6.650 millones de pesetas. La mayoría de las administraciones públicas subvencionan el negocio del aborto, enriqueciendo a unos pocos empresarios con pocos escrúpulos al mismo tiempo que niegan toda ayuda a la mujer embarazada, incluso a aquellas que atraviesan una situación de necesidad. Para esa mayoría de administraciones no existe el derecho a ser madre, pero sí existe el derecho a lucrarse con fondos públicos de la eliminación de seres humanos y del sufrimiento de miles de mujeres.

Mientras el aborto se convierte en un “chollo” para esos empresarios, sus consecuencias económicas pesan sobre todos. En el primer trimestre de 2008, el Instituto del Capital Social (INCAS) publicó un estudio, titulado “El Impacto Económico del Aborto”, en el que calculaba que en el año 2006 los abortos costaron más de 51.325 millones de euros (más de 8.5 billones -con B- de pesetas) en pérdidas de capital humano sólo en España

No al aborto

La Historia de Malaquias

Escrita por un miembro de la organización provida «New York Lambs for Christ»

Este pequeño bebé lo encontramos congelado en un frasco, junto con otras tres criaturas en un centro de abortos en Dallas, Téjas, en febrero de 1993. Quedamos consternados al hallarlo. Había frasco tras frasco de niños congelados en ese centro. Rhonda Mackey, nuestra secretaria ejecutiva, sacó uno de esos recipientes y me preguntó que debíamos hacer con él. Yo no tenía la menor idea, pero instintivamente supe que no podíamos dejarlo ahí. Se lo llevamos al Dr. McCarty, un maravilloso obstetra de Dallas. El Dr. McCarty juntó los pedazos del bebé y de las otras criaturas abortadas en el mismo centro.

Todo el proceso fue filmado, mientras el Dr. McCarty y todos los que estábamos presentes, llorábamos al ver la reconstrucción de los cuerpecitos de estos preciosos niños. La vida que una vez tuvieron había desaparecido para siempre. Sentimos que Dios nos había permitido encontrar a aquellos niños, y a uno de ellos en particular, para mostrarle al mundo entero el horror que es el aborto. Una foto puede hablar con más potencia que muchísimas palabras.

 

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